En tiempos en los que utilizamos el celular y la computadora para todo, desde para realizar nuestras transacciones más vitales hasta para tener nuestras conversaciones más personales, es importante estar alertas a los distintos tipos de amenazas cibernéticas.

El ‘phishing’, ‘vishing’ y ‘smishing’ son palabras que suenan bastante similar, pero todas se refieren a modalidades de fraude diferentes que utilizan los ciberdelincuentes para robar datos privados por medios electrónicos. Conócelas para que no caigas en el cuento. 

Probablemente este sea el método más utilizado por los ciberdelincuentes. Consiste del envío de correos electrónicos fraudulentos que dirigen a los clientes a páginas 'web' falsas que aparentan ser de alguna entidad real como un banco, por ejemplo. Este tipo de fraude también puede presentarse a través de las redes sociales con ‘fan pages’ falsos que postean contenido fraudulento solicitándole información confidencial a los usuarios.

El término deriva de la unión de dos palabras: ‘voice’ y ‘phishing’ y se refiere al tipo de amenaza que combina una llamada telefónica fraudulenta con información personal que los ciberdelincuentes obtienen previamente desde internet. Por esto es importante siempre mantener tus redes sociales privadas y nunca publicar tu información personal.

Así como las llamadas telefónicas son una vía para tratar de engañar a los clientes, también lo son los mensajes de texto o mensajes por WhatsApp; y de ahí deriva la modalidad conocida como ‘smishing’. Este tipo de fraude consiste de enviarle a la persona un mensaje de texto instándola a llamar a un número provisto por ellos o a oprimir un enlace para ingresar sus credenciales. Si la persona comete el error de llamar, el ciberdelincuente tratará de engañarla con una situación ficticia para manipular sus emociones y hacerla compartir sus datos personales con la intención de robárselos.

La solución simple para todas estas prácticas es no hacerles caso a los mensajes, llamadas o correos que solicitan realizar una llamada, una operación o brindar datos. 

Hay que poner especial atención a los números sospechosos y llamar al número del banco al que usted siempre llama para confirmar que la llamada, texto o email que acaba de recibir es legítimo. 

En la próxima entrada de esta serie te explicaremos cómo funcionan algunos trucos y cómo ser más listo que “los fraudsters” 🤓. 

Para más consejos sobre cómo evitar el fraude, entra aquí.